Thursday, June 25, 2009


La familia Alonso-Etcheverry fue fundada con la unión matrimonial de Robert Alonso y Siomara Etcheverry, en octubre de 1974 - Caracas, Venezuela

RECUERDOS DE 2000

Edades - Robert 50, Siomi 48, María Carolina 24, Carlos Alberto 21, Alejandro 8, Eduardo 6

INDICE GENERAL



María Carolina, Siomi, Alejandro y yo estamos luchando contra el barro producido por la cola del terrible aluvión que sepultó al Estado Vargas días atrás, ocasionando más de 30mil muertes. Carlos Alberto no participó en la operación, porque decía que él era un artista y los artistas no hacían esos trabajos. Los empleados de Daktari estaban de permiso ese fin de semana. Chávez había asegurado que “si la naturaleza se le oponía, lucharía contra ella y haría que lo obedeciera”. El resultado ya es historia. Estuvo lloviendo, con mayor o menor intensidad, durante más de un mes.

A continuación un documental en tres partes de esa tragedia, “La Tragedia de Vargas”, que se produjo unos días antes…


Parte I


Parte II

Parte III

Parte de Los Corales, en el Estado Vargas, OCHO AÑOS DESPUÉS



Aterrizamos en la Finca Daktari, donde vemos a Alejandro disfrazado de lo que ell llama “El Rey del Peo”. Por esos días estaba Pepe Alonso visitando Venezuela. Alejandro fue su anfitrión en Daktari. El video fue tomado el 6 de enero, Día de Reyes, en el TV Room de la finca. Ahí mismo apareció el ayudante, “El Caballero del Peo”, es decir: Kiko. “El Rey del Peo” tiene puestas las botas de vaquero de su papá, que siempre se está metiendo en peos.

En mayo llegó Chichi a Cuba, luego de casi cuarenta años de haber salido de ella, en compañía de dos amigos del Caracas Theater Club, en una visita turística. Los años le hicieron cambiar y romper su promesa de no regresar a la isla mientras existiera en ella la tiranía castro-estalinista. Regresó y regresó a su hogar: a Korea. En el video de arriba lo vemos en compañía del usurpador de nuestra casa en Punta Gorda, Jorge Piñeiro (segundo de derecha a izquierda) y su esposa, a su lado. Las escenas fueron tomadas en el jardín principal, donde tantas veces jugamos, donde montábamos la casa de campaña que nos trajeron los Reyes Magos en las Navidades del año 57. La narración del clip la hizo quien sería, luego, el presidente del Caracas Theater Club. A la izquierda del usurpador está el gallego, uno de los que acompañó a Chichi a Cuba. Al lado del gallego está el oftalmólogo Rodolfito Hernández, amigo de la época democrática, quien poco después muriera de un ataque cardíaco. Llama la atención el perro dálmata, bien alimentado, que le pertenece a los Piñeiro.... en un país donde se pasa hambre y existe una "libreta de racionamiento". Quien narra hace referencia a una “gran profundidad espiritualidad y un gran sentido de solidaridad…” ¡Cosas veredes, amigo Sancho!

La película de abajo fue filmada, justamente, en la esquina que aparece en el primer video del año 1956


Salgo con mi hermana, María Conchita, en el jardín de Korea, muy cercano a donde se grabó el video inicial del viaje de Chichi a Cuba.

Arriba, el primer cumpleaños de María Conchita, celebrado, justamente, donde fue grabado el primer video de arriba, del año 2000. ¡Quién nos iba a decir, entonces, que casi medio siglo después, nuestro hogar sería usurpado por “revolucionarios”! Por cierto, el fondo musical de este clip, fue interpretado por mí en un piano comprado por mis padres en el año 1973 en Venezuela, que más tarde sería totalmente destruido por las hordas “soberanas” cuando la Finca Daktari fue saqueada en mayo del año 2004.

En el video de arriba aparece el gallego, amigo de Chichi de Caracas (y compañero de viaje a la Cuba de los hermanos Castro), mostrando lo que fue el cuarto de María Conchita en Korea.

En el baño principal de Korea, Chichi hace estas tomas frente al Usurpador, Jorge Piñeiro. En esta conversación le comenta sobre las dos pistolas que dejó escondida en el falso techo del baño. La conversación fue más larga, solo que el resto se perdió en el camino. Increíblemente, mi padre le pide permiso al Usurpador para entrar en lo que fue su baño... en una casa CONSTRUIDA POR ÉL. Desgraciadamente el video se interrumpe antes de que el Usurpador le responda, ante la cámara de Chichi. Alegó que él no usurpó su propiedad, ya que la familia Alonso se había ido de Cuba y, como también dijo: "el que se va a Sevilla, pierde la silla...", claro, la pierde en un país donde no existe el concepto de propiedad privada.

Al llegar Chichi al Cienfuegos Yacth Club, nuestro Segundo hogar en Cuba, se encontró con el desastre. Uno de sus compañeros venezolanos, mientras el gallego echa un meadita a plena luz del sol, le pregunta al Usurpador si hay justificación para este tipo de cosas. El venezolano intuye que se trata de odio social… el Usurpador asegura que se trata de una simple estupidez. O se hace (el comemierda) o es, el Usurpador.

Arriba vemos la fachada principal, la gran entrada, del Cienfuegos Yatch Club. Ahí, en las escalinatas que se ven comenzando la película, nos tomamos dos fotos clásicas. La primera, una foto con todos los primos de la rama Alonso: Pepe, Carmencita y Momy. Ricardo Eugenio no había nacido entonces.


La otra, con mi hermano Ricardo:

En un momento dado, a principio del clip, aparece un ciclista – hecho el pendejo – que viene a ver qué está sucediendo y quiénes son esos personajes que le toman video a las ruinas del club. El ciclista se le para en frente de la cámara de Chichi… desafiante, siempre atento a los acontecimientos.

El video de arriba nos muestra el estado de una de las fachadas laterales, donde se puede apreciar a un grupo de niñas bañándose en “la piscina revolucionaria”: un hueco lleno de agua de lluvia. Como ya veremos más abajo, la piscina fue lo primero que se destruyó… ¡ni para los ricos, ni para los pobres!

Se puede apreciar lo imponente de la estructura, la cual pudo haber servido para un colegio, para una universidad, para un asilo de anciano o un orfanato. No. Quedó para la destrucción. Luego, un año después, en 2001 o principios del 2002, el club fue arreglado y recuperado con la inversión extranjera y para el beneficio de extranjeros. Hay que tener DÓLARES para entrar y el usufructo principal está destinado al turismo exterior.

Aquí arriba vemos otra de las fachadas laterales. Chichi está conversando con Bismarck, a quien “conoceremos” más abajo. Le asegura que lo que está grabando en su cámara es producto de la falta de mantenimiento: ¿falta de mantenimiento? Chichi comenta para qué se utilizaban cada uno de los diferentes niveles del edificio que está grabando. Arriba, estaba su habitación, la que el club le asignaba a socios especiales. En su caso, el presidente del Comité de las Casas del club.

Arriba vemos lo que fue el “Baño (o vestuario) de las Damas”, el cual fue construido a principios del Siglo XX. Tenía forma de “U”. El centro de esa “U” era la playa. Las damas se vestían en los respectivos cubículos privados, entraban al mar sin ser vistas por los hombres y nadaban hacia la playa abierta. Además, se nota que la playita con su arena, desapareció. En el lugar donde una vez estuvo la arena de la playita, construyeron un muro de contención, sabrá Dios con qué finalidad. Abajo, varias fotografías donde aparecemos bañándonos en la playa que hoy no existe:

En la foto de arriba aparezco con mi mamá, María Conchita y nuestro hermano Richín. Detrás, a mano derecha, el famoso "muelle" (o malecón) y el trampolín, que luego se destruiría hasta las cabillas...


En esta segunda foto tomada en la playita del club, vemos a María Conchita con nuestra madre

En esta tercera foto aparezc, sosteniendo un cazón capturado al otro lado de la barrera que circundaba la playita, justamente construida – la barrera – para mantener fuera del área de natación a peces indeseables o peligrosos.

En la foto de arriba, aparecemos mi mamá, mi hermano y yo, en un parquecito infantil que había al lado del “Baño de las Damas”. Frente a él quedaba la piscina.

Arriba vemos la destrucción total de la fachada trasera, la que daba al mar. A Chichi se le quiebra la voz cuando describe las escenas que está grabando en su cámara de video. ¡Imposible de imaginar! Atrás se ve el muelle totalmente destruido. Fue en ese muelle donde se filmó el clip de abajo:

En el video de arriba vemos a María Conchita con su mamá, justamente paseando por el muelle, que ahora aparece totalmente en ruinas. En este video se puede apreciar, además, la playa cercada mencionada arriba.

Lo que podemos ver arriba son evidencias de pasar de los años, donde el tiempo y el salitre se han comido el concreto del trampolín hasta dejar ver las cabillas, también oxidadas. Frente al trampolín vemos el ya narrado “Baño de las Damas”… y se nota la soledad del lugar: ¡ni para los ricos ni para los pobres! Aunque ya hoy, en el año 2010 (cuando escribí estas notas) sea un lugar para los turistas extranjeros, que van a Cuba a dejar divisas con las cuales seguir oprimiendo a todo un pueblo. Chichi, por cierto, menciona a un tal Jacintico Portela, uno de los tantos comemierdas que asistían al club. Este Jacintico se daba gusto pavoneándose en el trampolín, creyéndose un “daivista” profesional, de esos clavadistas que se lanzan en los peñascos La Quebrada de Acapulco, en México. Por cierto que ahí mismo apareció un muchachito para zambullirse ante los turistas, en procura de algunos centavos… pienso yo.

En la primera parte del clip podemos ver cómo quedó lo que se llamaba “La Lobera”, se le llamaba así en honor de los “Lobos de Mar”. En “La Lobera” se jugaba dominó, canasta… se escuchaba música y se leía la prensa. Estaba, justamente, frente a la playita, frente al mar. Como narra Chichi, se había cerrado con cristales de Macuto, calvares… todos desaparecidos, por supuesto. De “La Lobera” solamente quedó el recuerdo de aquellos que la conocimos.

A los 33 segundos del clip, Chichi entra con su cámara de video a lo que fue el bar. El audio está trastocado, ya que sigue narrando “La Lobera” cuando, en realidad, se encuentra ya dentro del área donde una vez estuvo el bar, totalmente cerrado y con aire acondicionado. Al minuto 06 segundos, vemos la puerta hacia el bar. Al minuto 13 regresa a “La Lobera”. Al minuto 19 segundos, a mano izquierda de la pantalla, se encuentra el barcito donde a los muchachos nos hacían sándwiches, batidos, limonada, etc. Jamás firmamos una factura, por lo que no entiendo cómo nuestros padres cancelaban por lo que allí consumíamos. Quien atendía ese barcito se llamaba Efraín y le decíamos “El Chicho”, “El Chino Efraín”. A un costado de “La Lobera” quedaba la piscina… y más allá, “El Baño de Damas”, que se puede apreciar ya al final de este clip.

A continuación, algunas fotos tomadas en el bar, en épocas de libertad:



Arriba vemos a Chichi, en un primer plano con camisa negra y a Esteban Cacicedo a mano izquierda, el hermano de Felipe, el socio de Chichi en ALCA.



Arriba vemos, de izquierda a derecha a Oscarito Meruelos, Chichi, René Silva, Héctor Meruelo, Luisita Hernández (esposa de Oscarito, hoy su viuda) y a nuestra madre...


Arriba vemos, de izquierda a derecha, a María Caridad de Dorticós, la Primera Dama de la "revolución" por muchos años, esposa del Dr. Oswaldo Dorticós Torrado (natural de Cienfuegos y miembro, toda su vida, del Cienfuegos Yacth Club), el "presidente" de Cuba hasta que se voló la tapa de los sesos de un disparo, Fefa Borges, la esposa de Domingo - "Mingo" - Esquezabal y a una desconocida a su lado.

Arriba lo que quedó de la piscina del club, donde tantas veces nos bañamos y competimos en ella con el equipo de natación infantil del CYC, como podemos apreciar en el video de abajo:

En la primera parte del video de arriba, detrás del equipo de natación, podemos ver el yate “Don Antonio”, de la familia Leal, uno de los mejores de Cienfuegos en esa época.

En esa piscina pasamos, además, momentos muy felices, como lo evidencias las fotos que abajo publico:

Aquí vemos a nuestra prima, Carmencita, secando a María Conchita, quien acaba de salir de la piscina. Al frente, nuestra tía - y mi madrina - Amparito.


María Conchita con nuestra tía, Amparito, en la piscina del CYC, ambas con el sombrero reglamentario, exigido para toda dama que quisiera bañarse en la piscina.


Otra de María Conchita con nuestra tía Amparito

Chichi entrevista a Bismarck, el “guachimán” (o sereno) del entonces-Cienfuegos Yacth Club. Por cierto, es de hacer notar que antes de la “revolución”, los niños y las niñas cubanas tenían que ser nombrados con nombres del santoral católico, por tal razón a "María Conchita" no se le pudo poner ese nombre, sino el de María Concepción, como su mamá. Fidel acabó con esa costumbre “religiosa” y Cuba descubrió una debilidad de los cubanos por ponerles nombres raros a sus hijos nacidos dentro del castro-estalinismo, como suelen hacer en Venezuela los maracuchos con los suyos. Éste se llama Bismarck, en honor al famoso barco acorazado alemán de la II Guerra Mundial. En todo caso, Bismarck, es un apellido (como en el caso de Otto von Bismarck), no un nombre... pero le suena "elegante" a la chusma cubana de hoy.

Así quedó la bella entrada del Cienfuegos Yacth club, grabada en video por Chichi ya cuando abandonaba la visita cargada de evidencias tristes y horrendas. La "revolución" no solamente destruyó nuestro Cienfuegos Yacth Club, que al fin y al cabo era un club "oligarca", destruyó a toda Cuba, como lo evidencia este video que publiqué en la red titulado "Nobleza y Profundidad de Castro".

Chichi, luego de grabar el desastre en el Cienfuegos Yatch Club, hizo un recorrido por la ciudad de Cienfuegos. En el video de arriba podemos ver el culto a la personalidad de Castro y vallas adoctrinadoras, como esa que dice: “No nos preocupemos si Cienfuegos puede adquirir, multiplicada o no, la sede del próximo 26 de julio. ¡Traten de ganarla otra vez!” Otra: “El socialismo seguirá presente en esta tierra, defendido por los fusiles del pueblo”. Además de los carretones tirados por bestias mal alimentadas, vemos carros de los años 30 y 40. Los modernos son los Lada soviéticos, de los que quedaron durante la época de la chupadera de teta a los rusos.


Conocemos la soledad de las calles y avenidas (incluyendo las principales) en las ciudades comunistas. En 1972 grabé escenas similares de avenidas desiertas, en mi visita al Berlín oriental (el comunista de entonces, antes de la reunificación de Alemania). A partir de los 38 segundos del clip que arriba he publicado, se puede ver la soledad en las vías berlinesas de entonces, tal como se aprecia en el video que grabara mi padre en la Cuba de los hermanos Castro, en el año 2000.

El prado, en el video anterior al superior, se veía solitario y triste. Al minuto 27 segundos, vemos unas casas viejas apuntaladas con palos… a punto de derrumbarse, como suelen derrumbarse diariamente miles de casas en toda la isla, sin que nadie se entere, porque no salen en la “prensa”. OJO: estamos hablando del tercer país de la América Latina, cuando Castro arrebató el poder en Cuba. Basura y escombro por doquier. En una toma, Chichi captura el letrero del “The Trust Company of Cuba”, de la época capitalista… en pleno “downtown” de Cienfuegos, por donde pasa un carro cada 10 horas. A los 2 minutos 47 segundos aparece la catedral donde todos nosotros fuimos bautizados, frente al Parque José Marti, en pleno centro cienfueguero. Cruzando la esquina, se nos muestra la escuela (o colegio) San Lorenzo y a su lado, el famoso Teatro Terry, donado por Don Tomás Terry, un venezolano, a principios del Siglo XX, donde tantas veces fuimos al cine de muchacho, aunque hoy ha sido repontenciado como teatro, no como cine… una reliquia arquitectónica. ¡No se ve ni un carro en las amplias calles del centro cienfueguero! Al fondo del Parque Martí, vemos el antiguo ayuntamiento de Cienfuegos, donde “tomó posesión” Don Manolo O’Bourque, tal como narro en el ensayo publiqué en la Internet, titulado: "¡O'Bourque Alcalde!". También, frente al Parque Martí, vemos el edificio de la Colonia Española, el cual aparenta estar en ruinas… y, por supuesto, no podía faltar la toma a la glorieta del parque, donde todas los domingos, durante la primera mitad del siglo pasado, el municipio daba conciertos (retretas) públicos. Y, casi al final del clip, vemos a un grupo de lo que parecen ser turistas extranjeros, posiblemente europeos. Ya, al final, una toma del famoso malecón de Cienfuegos, que conecta al pueblo con Punta Gorda.

Este fue el pueblo que inspiró a José Ramón Muñiz Carballo, “Muñicito”, (nacido en Aguada de Pasajero, Las Villas - cerca de Cienfuegos - en 1910 y fallecido en su exilio de Miami, en el año 2001) autor del “himno de Cienfuegos”, “Luna Cienfueguera”:

Arriba, la version instrumental de “Luna Cienfueguera”, de José Ramón Muñiz, a quien Chichi – cariñosamente – le llamaba “Muñicito”, muerto recientemente en su exilio de Miami.

Arriba la version en bolero-chachacha de “Luna Cienfueguera” interpretada por el Conjunto Casino de Roberto Espí en 1961, una canción que Muñiz quiso que fuese interpretado por la famosa orquesta venezolana de Billo Frómeta, la Billo Caracas’ Boys, sin éxito.

Arriba vemos a Chichi en compañía de "Muñicito" en un "Cienfueguero Ausente" celebrado, como todos los años, en la ciudad de Miami. En mayo de 2003, produje para mis lectores de la red (donde contaba con muchos cubanos y no pocos cienfuegueros), la carta que le entregara José Ramón a mi padre, copia de la cual publico a continuación:

Hollywood (Florida), abril de 1987

Mi querido Richard,

Con estas líneas te llega mi tercer abrazo. Veo en cada cienfueguero, no a un amigo, si no a un hermano y tú, con más fuerza, estás entre ellos.

Veo con una gran satisfacción el amor que sientes por mi “Luna Cienfueguera”, que para mí es como una hija amada. No obstante, te adjunto un casette con la grabación de mi “Luna Cienfueguera” y otra canción romántica titulada “Volver sin Esperanzas”, que está haciendo gran impacto en la “Cubanísima” (la WQBA de Miami) y en distintas estaciones de radio de Miami. Estas dos piezas, como verás, es cantada por mi hijo, el Dr. Muñiz Cantón.

Ya se dibujaban en el horizonte los primeros caminos de la noche, cuando dejé la bahía de Cienfuegos y me pareció contemplarla acallando sus arpas en una despedida sin adiós. Allí escribí unos 7.000 versos y unas treinta canciones en una vida bohemia, aunque bastante sana, de unos treinta y cinco años. Tu fuiste testigo de mi vida, una vida humilde, sin vanidad ni orgullo, bastante pobre, por cierto, como es en definitiva el destino de todo poeta. Pero dándole siempre a Cienfuegos lo mejor de mi alma de artista.

Te adjunto dos poemas de última mano, “Canto al Irazú” y “Canto al Halley”, llenos de una gran fuerza lírica que sé habrán de calar la sensibilidad de tu alma.

Solamente te pido un favor y a la vez con una gran pena, por tener una economía limitada, que mandes por correo los gastos postales del envío y perdóname, mi hermano esa frescura… pero te soy sincero.

Vi a tu hija por televisión hace unos días y me llenó de orgullo el contemplarla. Luego soñé que había incluido una canción mía en una de sus películas.

Bueno, mi viejo, hasta el año que viene en que pueda abrazarte de nuevo,

José R. Muñiz



Frente al Parque Martí, en pleno centro de Cienfuegos, grabó a este cuarteto de músicos callejeros que estaban tocando frente a lo que fue la escuela San Lorenzo.

Camino a la salida (o entrada) de Cienfuegos, en la Calzada de Dolores, visitó lo que una vez fue la manzana donde estaba la fábrica del abuelo Don Alonso y la ferretería de sus tíos, “La Ferretería Alonso”. Ahora la fábrica es un depósito para guardar cachivaches. Parte de ella se quemó hace unos años. En este clip se pueden apreciar los carretones tirados por pencos, que sirven de transporte público a los cienfuegueros… a falta de gasolina y repuestos para los autobuses. La fábrica estaba ubicada en la Calle Medio con la Calzada de Dolores. En esa manzana, además, estaban las oficinas de Chichi de la financiadora de automóviles, “ALCA”: (“Alonso-Cacicedo”). Al final del clip se puede el automóvil AUDI (carro de lujo de fabricación alemana) , nuevo de paquete, que el grupo alquiló al llegar a la isla… el cual, según Chichi, olía a nuevo, con tapicería de cuero y demás.

Increíblemente, una vecina de la fábrica de Don Alonso, reconoce a Chichi en plena calle, luego de casi cuarenta años de haberlo visto por última vez.

Valentín era uno de esos personajes de pueblo, que todo el mundo conocía y a quien recuerdo con mucho cariño. Era un muchacho retrasado mental, flaco… que gustaba vestir de policía municipal, con una gorra de policía, un cinturón y un “clock”, lo que en Venezuela le llaman “rolo”. Vivía de hacer “catanas” (papagayos o papalote). Su hogar estaba ubicado frente por frente a la fábrica del abuelo Don Alonso, en la Calle Medio, esquina Calzada de Dolores. Ahí fue a visitarlo Chichi, casi cuarenta años después de haberlo visto por última vez. Se topó, en primera instancia, con su mamá y más tarde, con el propio Valentín, viejo y rechoncho, pero todavía con su “cachucha”, esta vez había cambiado de institución, de la policía municipal, a juzgar por su gorra, se fue para la Marina de Guerra. En la toma lo vemos haciendo un esfuerzo, buscando en su memoría quíen era ese señor canoso que lo grababa con una cámara de video. Entonces, con un poquito de ayuda, al mencionarle a Ampudia, el chofer del abuelo Don Alonso, lo confundió con él: “¿el papá de Richard?”, le preguntó tímidamente. Chichi, que no cayó en cuenta ahí mismo, pensó que lo había ubicado, cuando – en realidad – lo había confundido con su padre. Entonces le mencionó mi nombre, a lo que Valentín respondí, cuando Chichi le preguntó si se acordaba de mi: “¡Ahhh!” Así lo habré fastidiado entonces. El común denominador de aquella vivienda era la miseria: miseria material y del alma.

Arriba, una vista tomada por Chichi de Punta Gorda, desde su habitación en el Hotel Jagua de Cienfuegos, construido ANTES de la "revolución", en épocas del dictador Fulgencio Batista. En un primer plano se observa el Chalet de Valle, una de las edificaciones privadas más fabulosas del pueblo, antigua propiedad de la familia Valle, cuyo miembro principal se ahorcó luego de quedar en la ruina, a raíz del alza del azúcar en Cuba: Don Jaciclo del Valle. Desde el hotel se pudo grabar una vista extraordinaria de la famosa bahía cienfueguera.

Algunas fotos de Cienfuegos, encontrada en la red:


EL AFFAIR CATALÁN

En noviembre de este año, se presentó una "comisión" enviada por el entonces-alcalde de El Hatillo, Alfredo Catalán, para pedirme los permisos de construcción de "Las Cascaritas". La "comisión" llegó acompañada de un teniente de la Guardia Nacional. Al comprobar que me había excedido en el parmiso, intentaron "martillarme", para "dejar eso así..." Como yo era y soy enemigo del "martillo", los mandé a la mierda. En primer lugar, la Finca Daktari está ubicada en la Zona Protectora de Caracas y todo lo referente a permisos de construcción le corresponde al Ministerio de El Ambiente, repleto, también, de malandros, en especial, unos individuos que mientan "gestores", que no son más que intermediarios del chanchullo entre los oficiales del ministerio y el "martillado", vale decir: extorsionado.

A los pocos días, se presentó un PELOTÓN completo, comandado por un teniente coronel del Comando No. 52 de la Guardia Nacional. Estos soldados venían acompañados de varios periodistas de diversos medios de comunicación social, entre los cuales se encontraba un reportero de El Universal, periódico de circulación nacional y otros representantes de publicaciones locales, municipales y estadales.






Al final del cuento, debido a mis investigaciones y mis denuncias públicas sustentadas, el coronel se presentó en nuestra finca para pedir disculpas y "dejar todo así..." Pero al pasar los años, en 2010, el padre de Alfredo Catalán se presentó en las oficinas de Siomi con el cuento que su hijo había llegado a Miami y que su intención era solicitar asilo político. ¿Asilo político? Si Catalán siempre habiá colaborado con el régimen. De hecho, cuando me envió a los militares a la finca, su padrino de bautizo era un general retirado que fungía, entonces, de ministro de la defensa del régimen. Al parecer, hubo una denuncia tardía de un residente del municipio que lo acusó de "intento de martillo" cuando él era alcalde de El Hatillo. Se cree que la denuncia no la habían puesto antes porque el acusador no tenía "palanca" en el "gobierno", sin embargo, parece que la consiguió y, entonces, decidió actuar.

Siomi le dijo al padre de Alfredo, que yo conocía a un obispo - el Obispo Peter, fallecido varias semanas después - cuya iglesia se dedicaba a conseguir asilos políticos. El padre del sinvergüenza le dio su buzón electrónico al cual le escribí enviándole toda la información pertinente. Jamás me respondió. "Esta vida es un relajo en forma de gallinero y aquel que sube primero, se caga en los de abajo... pero si se sube un pavo, de peso no muy ligero, pueda que se rompa el gajo, y entonces se va al carajo: ¡aquel que subió primero!"

Noche Vieja en Daktari